Jugar con el tiempo

 

"¡¡¡A la niña que llevo aún en mi (o no), le diría tantas cosas que casi no me atrevo a pronunciar!!!"

Con esta reflexión, empecé mi proceso.

 

Esta semana, he intentado con todas mis fuerzas liberarme del tiempo, pero el tiempo me persigue...empiezo a pensar que quizás sea más fácil si simplemente le dejo pasar. El tiempo nos come, se nos escapa entre los dedos; intentamos resolver problemas y dificultades que nos sobrevienen de forma rápida y automática, sin pararnos a reflexionar.

 

Jugar con el tiempo; toda la semana incubando esta frase. 

 

 

 

 

 

 

No tengo telas en casa; no coso, pero tengo un costurero que no uso.
Como un recuerdo fugaz, recordé que tenía unos pañuelos que mi abuela me metía cada día en el babi del colegio. No me gustaban nada; casi nunca los usaba. ¡¡No tenía mocos!! Recuerdo que
algunas niñas si los tenían. Yo no.

Mientras cosía, pensaba cuando tenía que coser en el colegio. Aprovechaba esos ratos, para pensar en mis cosas, hablar a hurtadillas con mis amigas, o simplemente dejar pasar el tiempo. Cuando regresaba a casa, le entregaba el trozo de tela a mi abuela, y le contaba lo que tenía que hacer; ella me lo hacía y yo guardaba la tela, para el siguiente día de clase. La monja lo miraba, y siempre me ponía buena nota. De repente, sentí la necesidad de llamar por teléfono a mi abuela. La dije, abuela, no te vas a creer lo que estoy haciendo....¿dónde estás? ¿qué estás haciendo, cariño? Abuela, estoy en clase; estoy cosiendo. La oí reír a carcajadas, al otro lado del teléfono.
Conexión con mi pasado y con mi presente.

Esta actividad ha sido para mi, todo un proceso interno. Y de alguna manera, en ese momento, esa tarde durante la clase de educación plástica, me conectó con varias personas, de mi pasado, de mi presente....quién sabe si también de mi futuro.