Comencé mirando mi oblea sin saber muy bien qué hacer, y viendo que mis compañeras ya estaban manos a la obra, pero de repente miré hacia la mesa donde estaba otro grupo de compañeras y ví que tenían colorante líquido, y ahí llegó mi inspiración. Salió eso que soy yo, un alma creativa, a la que le gusta ensuciarse las manos y llenar lo blanco de color, y a partir de ahí empecé a crear.
Con un pincel fui salpicando la oblea, creando manchitas de color, pequeñas gotitas.
Después, hice una flor en el centro con chocolate fundido, le añadí bolitas de colores que se pegaron al chocolate y en el centro de esta puse una perlita plateada de caramelo.
Al ver que los de mis compañeras sentí que quizá el mio era feo o soso ya que los suyos estaban llenos de detalles y tenían muchas formas, materiales y demás. Pero después pensándolo, llegué a la conclusión de que yo soy así, me gustan as manchitas de muchos colores más que un dibujo perfectamente definido, y que soy sencilla, me gustan las cosas que no son demasiado complicadas, por lo que creo que eso fue lo que me fluyo y así debía quedar.
Estas fotos son algunas fotos de las manchas de color que tanto me divierten, gustan e inspiran.
Yo no comí de ninguno de los mandalas de mis compañeras porque no me encontraba fisicamente bien y mi estómago no iba a poder soportar esa carga de azúcar, pero el mío se lo comió una de mis compañeras de grupo. Cuando la vi comenzar a comérselo la dije: "tía no creo que esté bueno, no lleva casi chocolate ni nada" pero ella me dijo que la apetecía comérselo porque la parecía muy alegre y la gustaba que tenía mucho color.
He de reconocer que me hizo ilusión que se lo comiese, que la gustase algo que yo había creado, fue una sensación de conexión y de comunión bonita.
El papel que utilicé como mantel para no manchar la mesa también quedó manchado de gotitas de colores, y como me gustó mucho un trocito lo guardé como recuerdo, y otro se lo regalé a una compañera.
Una actividad muy divertida en la que sentí que había muy buen ambiente en la clase y que todas nos sentíamos bien.
Tras hacer los mandalas, estuvimos comentando cómo nos habíamos sentido, y surgió el tema de la interpretación de esas creaciones y lo que dicen de nosotras, así como el tema de la creatividad, diciendo alguna compañera que no se consideraba creativa, y me encantó la respuesta que le dio la profesora, de hecho quiero quedarme con una frase en concreto que apunté en mi agenda para que no se me olvide y tenerla presente en esos momentos de duda, y es: "SOMOS HADAS, SOMOS MAGAS". Creo que esta frase es preciosa y tiene mucha verdad, No hay nadie como nosotras, que tenga nuestras ideas, nuestros sentimientos y esa capacidad para dar calma, seguridad, cariño y apoyo con sólo una mirada. Nadie capaz de crear magia en un aula con una canción, con un dibujo, con un cuento. Nadie capaz de sanar dolores que no se ven. SOMOS MAESTRAS.
Con relación a que somos hadas quiero aprovechar para dedicar a todas las mujeres una canción que es muy inspiradora para mi:
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