El miércoles pasado dimos "LA clase", es decir, la clase que todo estudiante desea: al aire libre.
Todos sabemos cómo es el ambiente dentro de una clase (clima de trabajo y concentración, todo casi en silencio, etc), y está bien, ya estamos muy acostumbrados a ello, pero de vez en cuando ese clima puede agobiar. Pues bien, una clase dada en el Retiro en un día primaveral, motiva 100 veces más al alumnado (doy fe de ello).
Empezamos el día en el Palacio de Cristal visitando una exposición que se componía solamente de una especie de caravana. Obviamente lo interesante era lo que estaba dentro.
Lo que más me llamo la atención, y creo que no fui la única, fue como una "Bella Durmiente" envejecida, no dentro de un palacio sino de una caravana. Yo la observaba y en mi interior se debatía el tema de ¿dormida en un sueño profundo o muerta?, y realmente me hizo pensar en que todos, al finalizar el día, nos acostamos con la certeza de que nos vamos a despertar al día siguiente, y creo que estamos muy equivocados porque eso no depende de nosotros. Por eso debemos disfrutar nuestro día a día, y no vivir ni en el pasado ni en el futuro porque el pasado pasó y el futuro no nos pertenece.
Por otro lado, la clase a la sombra de los árboles del Retiro me encantó. Parecía el espacio perfecto para reflexionar y hablar de temas profundos.
Por último, ya que casi casi está aquí la primavera y que las flores me apasionan (sus diferentes colores, olores... son muy alegres y quizás cuando entremos en la estación de las flores hable más de ello), mi mandala estuvo compuesto por varias flores: amarillas, lilas y blancas.
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